El ser humano, pensante y creativo desde sus inicios, se ha caracterizado por la realización de creaciones plásticas, (dar formas y cambiar formas, para hacerlas permanentes), ya sea para comunicar como para dar un sentido de individualidad y perpetuidad, es así, como se han conocido dibujos realizados por nuestros ancestros de hace miles de años atrás, en la era llamada Paleolítica Superior.
El Arte Rupestre (del latín rupes, rocas) o Parietal, (del latín, parietālis, pared ), son dibujos realizados con óxido de magnesio, óxido de hierro, sangre de animal y carbón; que junto con grasa de animal como aglutinante, eran impregnados en la pared de piedra de las cuevas aplicados con los dedos o pinceles rudimentarios.
Pero el Arte Paleolítico, no sólo se basó en pintura, también hay registro de pequeñas esculturas talladas en hueso y en piedra con forma de mujeres, muy prominentes en las partes que representan la procreación: pechos, nalgas, pubis, caderas; careciendo de rostro y cuyas extremidades son casi inexistentes o simplemente inexistentes. Estas pequeñas estatuillas entre 5 y 15 cms. de alto tenía una finalidad simbólica, la de fertilidad.
Las cuevas más conocidas de Arte Rupestre son:
